CON CAPACIDAD DE ENCAJE

ENTRE EL PERICARDIO Y LOS SESOS BUSCANDO SENTIDO COMÚN

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LOS SANTOS INOCENTES

El actual gobierno del PP de Cantabria denuncia la desaparición de 212 obras de arte que el anterior gobierno del señor Revilla y del Psoe compraron a diferentes artistas. Posteriormente aparecieron la mitad en una nave: olvidadas. Con el consiguiente enfado de los artistas.
También se descubrió, en otra nave olvidada, centenares de miles de euros en merchadising del Año Jubilar Lebaniego del año 2006-2007: camisas, gorras, trípticos, mecheros...
De estos descubrimientos nació este artículo.

Me la trae al pairo el motivo por el que salen a la luz. Porque es su presencia la que nos avisa de quien maneja nuestros duros. Me importa un rábano que sean tres, treinta, treinta mil o trescientos mil euros. Porque no se trata de precio, se trata del valor que tienen, o que no tienen, los gerifaltes regionales que camparon a sus anchas: con prepotencia, con soberbia, sin escuchar. Me da igual que sea una estrategia del PP en busca de réditos electorales. Porque vivo, sin vivir en mí, en el convencimiento de que ellos, PSOE y PRC, hubieran hecho lo mismo: y no me consuela, me entristece. Que me da lo mismo que sean cuadros, gorras, condones fosforitos o jabón para el chichi. Porque no se trata de cosas, se trata de valores: honestidad, responsabilidad, compromiso, servicio, y no ser vicio: el vicio de sentirse rey y no lacayo.
Las obras de arte desaparecidas, compradas como quien da limosna, u olvidadas en un almacén del tipo que tienen los americanos para salvaguardar de la sociedad restos biológicos de alienígenas y pedazos de un OVNI que se estrelló al norte del Gran Cañón del Colorado. Así me lo imagino. Los palés del mercadeo jubilar, para vestir diez veces a Los Sabandeños. Que me da igual. Que la cuestión es que al pájaro se le conoce por la cagada, y que si en estos asuntos, que a algunos les puede parecer minucia, se comportaban con tanta ligereza y manga ancha, qué no habrá pasado con los proyectos de envergadura. Porque no tendrán la jeta de pedirme que me fíe de ellos. De todos ellos. Y lamentablemente, no es sólo un problema regional. Que me la refanfinfla que hayan sido tres trajes que la colección completa de Armani. Que la gasolinera fuese de Campsa o de Respsol.
Que iban por ahí tirando los duros, y luego había que besarles el anillo. Que manejaban tanta dinero que les quemaba en las manos; las mismas manos que luego ponían en el fuego por la honradez de su gestión. Que no se trata de robar, que no digo yo que alguno haya pillado cacho, se trata de gobernar para todos; de no crear una red clientelar donde sólo ganan los amigos de Su Majestad; de que el Estado lo habiten los más capaces y no los hijos de los primos, que luego reverenciarán al Emperador al paso de su carroza, por el hecho de ser los hijos de los primos, divisibles únicamente por ellos y por la unidad gobernante; de que todos tengan, en la línea de salida, la misma equipación, las mismas oportunidades de preparación, y luego, el que más corra, antes llegará a la meta. Me los imagino como en Los Santos Inocentes, colocando al populacho en fila india mientras el señorito, latifundista y omnipotente, les reparte unas perras gordas a modo de dádiva depresiva. Así nos fue, así nos va.

1 comentario:

  1. Desgraciadamente esto es solo un reflejo de lo que pasa en muchos otros sectores/empresas/entidades, como quieran llamarse. Lo peor es que juegan con el dinero de muchos y lo usan a sabiendas de que no es suyo. Como el que usa los préstamos para otros menesteres, compra a plazos con tarjeta sin fondo o regala por reyes a sus hijos artículos de lujo que quedarán abandonados en un rincón, con los demás.
    En Cantabria o Andalucía (que es la que me tocó a mi), da igual la cabeza visible, al final toda esa mierda que acaba saliendo a la luz no es más que la punta del iceberg. No sé si apenarme, resignarme, luchar o seguir confundida.
    Más aún cuando otras entidades "sociales" que deberían basarse en "hacer el bien y redestribuir riquezas" hacen más de lo mismo. Justificar fondos injustificables, maquillar resultados de intervenciones y programas, seguir posturas completamente asistencialistas... ¿Todo para qué? Para seguir chupando del frasco: poco pan y pésimo circo que diría una canción. Eso sí, la dádiva la repartimos, vaya a ser que se nos mire peor aún, limpiemos la conciencia al menos, si es que hay algo ahí que limpiar.

    Enorme entrada, perdón por la parrafada, la última parte es que me toca de cerca. Al final acabo haciéndome seguidora.

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